Por un lado, en Lanús, el técnico Miguel Angel Russo aseguró que esta segunda victoria consecutiva se logró gracias a la autocrítica del plantel. Por el otro, en Chacarita, su colega Daniel Córdoba afirmó que esta derrota fue justa y que el árbitro Gabriel Brazenas dirigió de manera brillante. El equipo granate superó sus miedos en el Clausura y se quedó con un 3 a 0 tranquilizador sobre un rival que acusó el golpe anímico de aquel agónico empate con Independiente y las controvertidas quejas. De entrada, a ambos equipos les costó hacer más de dos pases seguidos y se prestaron la pelota constantemente. A los dos les faltó profundidad, pero Lanús se proyectó mejor a través del juego aéreo.

La tranquilidad quedó en las manos de Lanús casi de casualidad. Porque una falta a Klimowicz le abrió el camino hacia el gol. Precisa ejecución de tiro libre por parte de Julián Kmet para que Alessandria dejara sin respuestas a Vivaldo. Lejos estuvo Chacarita de consolidarse en posición ofensiva. La soledad de Rubén Capria en el medio campo fue la causa. Como pudo intentó ponerle claridad a un equipo que se excedía en imprecisiones.

En el medio, Juan Fernández Di Alessio y Julián Kmet manejaban con criterio el balón en favor de Lanús, mientras que entre Zubeldía y Carboni contenían al solitario Capria.

Chacarita, que en el comienzo del segundo tiempo intentó la reacción, pagó muy caro el precio de su tibieza. Cuando trató de ganar territorio, Lanús tuvo los espacios para salir de contraataque. Primero fue Kmet quien venció las manos de Vivaldo y después, en el final, fue Klimowicz el que se quedó con el premio a la insistencia.